Cuando el cuerpo no te acompaña...

Recuerdo cuando ví Drácula que una de las cosas que me gustó era la constante batalla que el siniestro personaje tenía con su propia sombra. Era una pugna que entendía perfectamente porque vivo peleando conmigo mismo. Con partes de mí... Y una de las partes de mi ser que más magullada sale de tales encuentros es mi cuerpo. Cada vez que necesito que mi cuerpo responda 100% a las demandas que hago, siempre hay un momento en que falla. Sin ir más lejos, este fin de semana quería hacer algo entretebnido, pero tuve que quedarme en casa cuidando un bendito resfriado. Cada vez admiro más a Job que, cada vez que tenía una nueva enfermedad, alababa a Dios. Hay veces que el entonar un cántico de adoración se hace complicado para una garganta purulenta.

¿Y caerán?

Me pregunto si algún día se caerán sobre mi cabeza y ese día despertaré del eterno resplandor que es el letargosin recuerdos.

Parado en la calle

Robert Frost's verses resounding

Camino al trabajo pienso sobre la muerte y vuelvo a aquellos años infantiles en que el pensar por primera vez sobre lo que significaría el no-ser me llevaba a ataques de angustia, primero por lo que significa tal concepto a esa tierna edad y, segundo, por lo difícil que me resultaba realmente imaginar el no-existir.
magino que a todos en algún momento de la infancia nos marcó el hecho depensar en ello (o ella?). El asunto es que, en mi caso, no fue el matar un pajarito o la muerte de un abuelito lo que me llevó a pensar en la cosa. Fue más bien un asalto emocional arbitrario e inmotivado. Me planté en medio de la calle como ahora, la diferencia es que ahora la pausa es casi invisible. Todo porque veo el reloj de la parroquia y veo que voy con el tiempo justo. Todo porque el verso de Frost aún retumba en mis oídos y el día que deje de hacer eco, me congelo.

Es triste...

1. Cuando dejas de esperar con ansias la llegada del cartero porque tienes la certeza de que nada bueno trae
2. Cuando descubres que el amor es un juego de niños.
3. Cuando te apasionas por algo sin futuro.
4. Cuando empiezas a sentir la vejez en el espíritu antes que en los huesos.
5. Cuando sientes por primera vez que al rezar estás hablando solo.
6. Cuando juegas al Loto o Kino sabiendo las estadísticas y lo haces por reflejo.
7. Cuando el viento ya no te trae noticias.
8. Cuando los locos ya no te son hermosos.
9. Cuando los borrachos dejan de ser poetas encubiertos.
10. Hacer listas huevonas después de una semana (mes, año, etc. ) sin eventos importantes en tu vida.
11. Cuando te empieza a dar lata ser cursi.

Salgo y el frío me entumece hasta la punta de los pies. Aún así, continúo con la esperanza de que algún día ese calorcito rico que empieza casi sin darse cuenta al caminar se anuncie y que por fin comience a sentir mis pobres dedos.
Veo el reloj y me doy cuenta que la micro viene más que atrasada, y que por lo tanto yo estoy en las mismas. En espera, se me acerca un cabro chico vestido de terno y antes que yo pueda hacer nada, saca del bolsillo un folleto cuyos dibujos reconozco inmediatamente como de esos realistas mula de los testigos. Me pregunta si tengo tiempo para escuchar sobre lo que va a pasar antes del fin del mundo. Estoy a punto de decirle que va a ser el fin del mundo si le llego atrasado a la neura de mi jefa, pero el tipo ya se instaló en el sofá de la conversa y no va a haber forma de detenerlo. me dice que el asunto está escrito en la Biblia y que hay que convertirse, hay que empezart a ser bueno y cumplir con la voluntad de Jehova. Pienso que la voluntad de alguien que ni siquiera se decide por un nombre definitivo debe ser algo más que esquivo en expresar voluntades. A mí ya me cuesta decidir un sabor de helado o el combo que prefiero en el mostrador del restaurante.El chico sigue hablando y yo oteando al horizonte sin disimulo. Igual me sento altamente generoso, considerando que al testigo anterior le dije que no persiera el tiempo, que me importaba un coco que el mundo se destruyera en este instante y que mejor se dedicara a salvar ovejas salvables. Cuando por fin llegó la condenada micro, interrumpí la oración (entiéndase enunciado, no rezo)final con un lo siento, lolo. Hasta aquí llegó nuestra conversación. A lo que me llegó un "prometa que va a leer esto" mientras me pasaba un par de folletines. Después de pagar el pasaje (la indiferencia del chofer fue bienvenida) y asegurarme un asiento junto a alguien flaco, ví los dibujos en que gente sonriente compartía jardines con arcoiris y leones sonrientes. Suspiré hondo y pensé antes de dormirme que nunca en esta vida podría usar ternos. Casi quedándome dormido, pensé en lo que me gustaría ver a los cuatro jinetes y que todo terminara.

¿Qué escribir? part deux

Historias de Micro
1. Él la ha visto de vez en cuando tomar el bus por años. Cuando coinciden, lo cual ya es para él un milagro que le alegra el día, puede analizar su caminar y saber cómo está. La mira y le desea los buenos días con un batir de pestañas. Una vez arriba, por el reflejo de los vidrios (siempre escoge asientos tras ella) puede ver su cara y por sus movimientos al acomodarse en el asiento, cómo se lleva con la gente. La contempla durante el viaje, haciéndose el leso cada vez que ella vuelve la cabeza y pueda darse cuenta de la adoración. Cuando ella baja (que lo hace siempre en un paradero anterior a el de él), nuestro protagonista piensa en las más tristes despedidas y su alma se degarra. Hay veces que casi le sale una lágrima. Si sólo supiera que ella...
2. Las historias tras la ventana. Duran sólo un par de segundos, son sólo gestos.
3. Dormirse en la micro: Narrar con lujo de detalle y omnisciencia el segundo de un mudo pánico al despertar y no sabes dónde estás.
4. Dos amigos se suben a la micro y deciden jugarle una broma pesada a los pasajeros que oyen descaradamente las conversaciones de los otros en los buses interurbanos. Comienzan a conversar y uno de ellos cuenta al otro en susurros muy mal disimulados que está engañando a su polola con un tipo y que no sabe qué hacer porque ama a su polola, pero su pasión por su amante gay (menciona un nombre ficticio) es irresistible. La historia termina...
a) Una señora en el asiento detrás de los amigos se da cuenta que están hablando de su hijo (el amante gay), se baja de la micro anonadada. Camina por la costanera lentamente pensando en todo lo que ha hecho en su vida. Repasa hechos y se da cuenta que, con esta revelación, todo calza y se explica. Va a casa de su hijo con paso firme, se srrodilla ante él y le pide perdón.
b) Cuando termina el diálogo, los amigos que sus compañeros de trabajo han tomado la misma micro y han escuchado toda la historia. Nunca podrán convencerlos de que todo era mentira.
c) Los han escuchado un grupo de neonazis que les sacan la cresta apenas bajan de la micro.
d) No pasa nada. Nadie escucha.

¿Qué hay que escribir?

A ver, que les parece ésto como storyline para una novela...

Una historia en que la trama mezcle a los Templarios con los Illuminati y que lleve a los protagonistas (mejor que haya más de uno; en este caso, menos es menos) a un viejo monasterio que contenga un parchment que la historia no haya registrado y que los guíe por un laberinto a la resolución de un misterio que tenía mucho de dogmático y mítico en su naturaleza. Ojalá los protagonistas sean un hombre y una mujer (aunque no es necesario, claro está) para que se enamoren poco a poco a medida que las vicisitudes de la trama los hagan desnudarse emocinalmente (primero) y físicamente (después... aunque esto tampoco es necesariamente así). Claro, la trama llevará a descubrir que no es accidental que los protagonistas tienen una ligazón lógice e inevitable con los hechos que les están sucediendo y los están rodeando. Sin darnos cuenta, las sutiles descripciones del relato nos pondrán frente a personajes que son altamente atractivos sicológicamente y físicamente (lo segundo es ampliamente más importante), asunto llevado a primerísima palestra por una introspección que nos explique por qué nuestro héroe es tan heroico y bueno. Lo mismo dará pie para explicar como una persona tan aventurera como el protagonista tiene el caudal de conocimiento que le permite salir de los más difíciles entuertos. Tiene que haber, en algún párrafo del libro, una referencia a alguna obra que dé peso espiritual a los eventos. La Biblia, Blake, Donne, Nietzche , Shakespeare son recomendables. Los diálogos de la pareja central serán chispeantes y cargados de una tensión sexual que explotará en una noche de pasión cuando la acción esté álgida. Capítulos cortos, pleaae. Si hay tecnicismos, por favor explicarlos de manera amena (tiene que haber un personaje ignorante con que el lector se identifique para que el personaje sabio se expanda sin temor a aburrir). Diálogos tipo Hemingway, pero con understatements claros. El final será abierto y dará para una secuela. Tono puede ser machista, pero con demostraciones de ingenio por parte de lso personajes fememninos para que el lector quede con la sensación de que la mujer se somete porque quiere y no por falta de capacidad.
(Fotos son sugerencias para la leading lady de la versión fílmica. No tuve corazón, hormonas más bien, para decidir entre Monica, Audrey o Scarlet, así que van las tres. Para el masculino, Brad Pitt u Orlando Bloom estarán bien. No tengo fotos.)

La paradoja de nuestros tiempos es que, de una u otra manera, se nos enseña que valemos por lo que somos y que, al descubrir nuestra escencia, el mismo acto de hacerlo sería suficiente como para que las cosas se dieran y llegaramos al paroxismo de la felicidad y realización.
Sin embargo, éste método o mentalidad no lleva a ninguna parte. Créanme. He esperado toda la vida que la gente se de cuenta de sutilezas o que hagan cosas que encuentro lógicas y no lo hacen porque no se les dice.

He esperado por siglos que mujeres se den cuenta (por su ídem) que soy un tipo diferente, que las trataría bien, que calzo perfectamente con el perfil de lo que supuestamente buscan, etc. y sin embargo estoy solo como faro.
Luego pienso que he estado con chicas y las cosas no han resultado como siempre pienso que pasarán cuando estoy solo.
He demostrado ser perfectamente capaz de trabajar de forma disciplinada y fuerte en lo que hago. Pero eso no es suficiente para tener un trabajo que me satisfaga ciento por ciento. Y cuando lo encuentro, ni siquiera lo disfruto por milesde pequeños factores cotidianos.
En lo personal, cuando encuentro que por fin estoy creciendo, me doy cuenta que no lo he hecho, que hay miles de cosas que me impiden decir que estoy feliz conmigo mismo, con lo que he llegado a ser. Cada vez descubro detalles más molestos sobre mi persona.
Y es que al final, cada persona quiere ser el protagonista de su propia gran aventura y hay quienes se mueren pensando que su momento final es el preludio al reposo de un gran guerrero.
En estos momentos asumo por escrito que soy un personaje secundario de mi propio libro, que no es drama, que no es comedia, que no es para nada una épica, que no tiene ningún género, pero que es una mezcla anodina de clases que se anulan y que vuelven el devenir (la espuma) de los días una línea plana.
Ya no van a llegar las becas, ya no va a llegar el amor ideal, ya no va a llegar nada porque nunca fuí el merecedor de ese reparto metafísico a domicilio. Porque no salí a buscar a tiempo por esta ceguera que me juraba merecedor a todo.
Lo que queda ahora es inventarse o reinventarse.
Veamos a qué llego.

mi suerte dieciochera...

18 de septiembre y debo ser uno de los pocos seres humanos en Chile, mi linda tierra, que se encuentra en casa y que mañana tendrá 0 grado etílico en la sangre porque me agarró un resfriado y estoy para la corneta.
Lo peor es que pienso que, si hubiese estado sano, tal vez la situación no habría sido demasiado diferente.

Family soap

En un momento me veo un poco desocupado de ciertos deberes que habían consumido bastantes fuerzas internas como externas de mi delicado ser y me veo ante el papel en blanco que me saca la lengua y me dice “a ver si te la puedes”. La verdad, estoy tan cansado que me saquen la lengua que el desafío se hace vacío, rebota en este otro vacío que soy yo mismo y me tira al suelo.Por lo mismo, no escribo lo que quería escribir y n hago lo que quería hacer.
Desafío.
Golpe de guante a la cara.
Duelo.
Bahhhhh... Faltaré a mi cita con la muerte y ya.

Pienso en este momento, en que me he peleado con mi hermano, en el tipo de gente como él. ¿Quienes serán? Simplemente, el tipo de gente inepta emocionalmente (y muy inteligente a la vez)a tal extremo que disfrazan su falta de tino con letanías que al invocarlas simplemente los convencen de que son verdad.
"No soy yo, son los otros..."
"pero si ellos empezaron..."
"Armas con todo una telenovela..."
"Si lo único que hice fue..."
Frasesitas de telenovela ciertamente que permean la vida y nos convencen de ser víctimas de las circunstancias. De telenovela es también el pensar que siempre somos los protagonistas, personajes principales y que inevitablemente estamos del lado de los buenos.
Recuerdo que una vez le dije a mi hermano, en otra de nuestras abundantes peleas claro, que nunca en la vida me había dicho nada positivo. Y luego, al pensar lo dicho, me dió una pena horrible. La verdad es que mi hermano, como mucha otra gente, nunca elogia a nadie que no sea sí mismo. Y cuando es recriminado, se defiende diciendo que lo hace intencionalmente para desafiar al intelocutor a que le demuestre lo contrario.
Bajo su lupa, nunca he hecho (y pienso que secretamente ya piensa que nunca lo haré) nada lo suficientemente grande y bueno a la vez como para merecer dicho reconocimiento.
Será él quién saque a la familia del anonimato. Qué bien.
Please, padres, estimulen a sus hijos, pero no usen frases hechas.
Parejas, díganse de corazón cada cierto tiempo las cosas lindas que se dijeron durante las primeras semanas de idilio.
Hermanos menores, no sean a pain in the ass.
Eso.