Sunday, March 20, 2011

Hardbacks

Hace tiempo que he estado dando vueltas con la idea de llegar a una meditación sobre porqué siempre me han gustado los libros de tapa dura. Aunque a veces me parece una afición poco práctica ya que, aparte del precio, muchos mamotretos son intransportables y, hay casos en que hacen difícil fotocopiarlos.
Tal vez, igual que el fumar, hay algo de hacer las paces con ciertos demonios que llevan a cierta visión de la propia mortalidad. El libro tapa dura es un statement, un juicio y declaración que grita a los cuatro vientos que te la juegas por algo más cercano a la eternidad. El libro blando es un pasajero del estudio y víctima inevitable del rayado burdo y utilitario. El tapa dura es el del rayado personal y a veces más cuidadoso. El empaste, generalmente asociado a primeras ediciones o publicaciones especiales, adquiere un rango de cabecera, de consulta permanente y de herencia a la posterioridad. Colores más sobrio, por lo genral, diseños más artísticos, hojas cosidas y no pegadas y lomos con tendencia a quebrarse, el hardcover es un amigo, un compañero, un objeto de colección y una extensión de uno mismo. Dime qué tapa duras tienes y te estarñe más cerca de quién eres.