Sunday, April 01, 2007

A ver, a ver... + fotos y una soap opera

Marcelita "mamush" y Gonzalo. El destino quiso que los encontrñaramos al peo bajando por Almirante Montt y que completáramos el grupo. Marcelita, tienes que empezar a dbujar de nuevo, es un talento demasiado evidente como para sepultarlo en volúmenes de gramática.
Mi humilde opinión.


Ilustres de todos los tiempos: Leyla, Rodrigo A. y Andrés. Los mejores amigos que un ser humano pudiera pedir.


(Una de mis fotos favoritas: Amalia, Ale y Sole)





El otro día ví una telenovela. Una comedia más bien.



No en la tele.



Era on-line.



Había una niña, llamémosla... Vane, que se agarraba con otra que se llamaba... digamos, Carola.



El conflicto era por si la pandilla se juntaba en A o B.



La cosa es que Vane decía que Carola dijo que no tenía por qué ella decidir el lugar y la segunda reacciona diciéndole que revise los mails.



Antes el asunto ya había sido condimentado porque otra persona, llamémosle Carola E. , para distinguirla de Carola P. (de primera, porque fue la primera Carola mencionada), pide cambiar la fecha para poder ir al encuentro.



Bueno, el chiste (y por eso es comedia) es que neither Vane nor Carola nor Carola ever showed up.



Los que llegamos, como dice la Sole en el fotolog, hicimos de la jornada algo bastante agradable. Incluso con ribetes sociales en el momento que con Lucho dirijimos una operación underground con code name: anti-máscara y nos llevamos a toda la tropa a Mi Casa.



Se la perdieron, niñas, lo pasamos la rage, o sea, la raja.









Los viejos tercios

Bueno, y ésta fue la despedida de la gran Ale Briones que finalmente ha decidido tomar sus pilchas y emprender la aventura al país de Rudi Voeller y la Oktober fest para probar mejor suerte en la tierra donde todo el mundo parece refunfuñar cuando habla. Como vemos, la srta briones se ponía al día con doña Amalia O. que, si bien no es alemana, viene de una tierra en que los güten-raje.apreten-strujen abundan. Valdivia, para los que no le pegan a la geología.

La convidada de honor, que fue una ilustradísima conversante y aguantó estoicamente los arrebatos y declaraciones de un par de borrachos por ahí. Sos un sol, Amalia. Es más, eres la via láctea entera.

Los atrasados que vivieron una aventura épica por llegar al Epif. La recompensa es que tuvieron una entrada mucho más de alfombra roja que los que llegamos a la Aníbal Pinto, que estaba hedionda a cualquiero cosa y que cada vez parece más una especie de rodoviario para encuentros pre-carete.


Las leyendas de Tato y Sole. Cuántas crónicas se escribirán con sus aventuras, desde cómo cambiaron el concepto de lo que era un café concert hasta las confesiones terraceras inducidas por... uds. saben.


Algún día habrán estatuas conmemorativas para estos dos gigantes en todas las ciudades de Chile. Lo afirmo sin asco. Total, es mi blog.




¿Qué onda Carlitos? Mr. Cáceres cambió el sayo de joven combatiente por el gorro reggaetonero y las jornadas sibaritas. Bueno, los años (y el desencanto tal vez) no nos pasan (o llegan) en vano. Lo bueno e stener oportunidades para vernos y saber que hay momentos en que no tenemos que venderle la pomada a nadie ya que en cualquier momento nos llega un palmotazo en la espalda y alguien nos tira la frase: "Yo te conocí de potrillo." Bye, bye, ego.