Los viejos tercios
Bueno, y ésta fue la despedida de la gran Ale Briones que finalmente ha decidido tomar sus pilchas y emprender la aventura al país de Rudi Voeller y la Oktober fest para probar mejor suerte en la tierra donde todo el mundo parece refunfuñar cuando habla. Como vemos, la srta briones se ponía al día con doña Amalia O. que, si bien no es alemana, viene de una tierra en que los güten-raje.apreten-strujen abundan. Valdivia, para los que no le pegan a la geología.
La convidada de honor, que fue una ilustradísima conversante y aguantó estoicamente los arrebatos y declaraciones de un par de borrachos por ahí. Sos un sol, Amalia. Es más, eres la via láctea entera.
Los atrasados que vivieron una aventura épica por llegar al Epif. La recompensa es que tuvieron una entrada mucho más de alfombra roja que los que llegamos a la Aníbal Pinto, que estaba hedionda a cualquiero cosa y que cada vez parece más una especie de rodoviario para encuentros pre-carete.
Las leyendas de Tato y Sole. Cuántas crónicas se escribirán con sus aventuras, desde cómo cambiaron el concepto de lo que era un café concert hasta las confesiones terraceras inducidas por... uds. saben.
Algún día habrán estatuas conmemorativas para estos dos gigantes en todas las ciudades de Chile. Lo afirmo sin asco. Total, es mi blog.
¿Qué onda Carlitos? Mr. Cáceres cambió el sayo de joven combatiente por el gorro reggaetonero y las jornadas sibaritas. Bueno, los años (y el desencanto tal vez) no nos pasan (o llegan) en vano. Lo bueno e stener oportunidades para vernos y saber que hay momentos en que no tenemos que venderle la pomada a nadie ya que en cualquier momento nos llega un palmotazo en la espalda y alguien nos tira la frase: "Yo te conocí de potrillo." Bye, bye, ego.
¿Qué onda Carlitos? Mr. Cáceres cambió el sayo de joven combatiente por el gorro reggaetonero y las jornadas sibaritas. Bueno, los años (y el desencanto tal vez) no nos pasan (o llegan) en vano. Lo bueno e stener oportunidades para vernos y saber que hay momentos en que no tenemos que venderle la pomada a nadie ya que en cualquier momento nos llega un palmotazo en la espalda y alguien nos tira la frase: "Yo te conocí de potrillo." Bye, bye, ego.
1 Comments:
"Valdivia, para los que no le pegan a la geología."
Cítote porque no me quedó claro si fue a propósito o un bajón lingüístico.
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