Potter

Estoy leyendo algo (y muy a tropezones) del último Harry Potter (Harry Potter and the Half-Blood Prince) y la verdad es que ya voy en la página 80 y no me pesca demasiado.
Hay que reconocerle a Rowling (la mujer más rica de Escocia) que construye bien los diálogos (aunque sea irregular en los mismos) y sabe crear tensión y misterio. Pero la verdad es que los hilos se están dejando ver y uno puede ver bajo el agua de las páginas futuras. Mi reparo de la parrafada inicial es que uno se imagina bastante a menudo a Joanne pensando en cómo ayudar a los guionistas de la futura versión fílmica. Así, un capítulo empieza con una panorámica del dormitorio en que Harry duerme, dejando a la vista titulares que nos informan de la situación (que ha permeado el mundo Muggle)después de la vuelta de Vold... Oops. He who-must-not-be-named. Tampoco, uno puede dejar de pensar en las grandes revelaciones que sucederán: cuando se nos explique por qué Dumbledore tiene una mano quemada o cuál es la posición de ciertos magos con respecto al conflicto final en ciernes.
Por otro lado, es interesante cómo doña J. K. ha expuesto a sus juveniles lectores a situaciones que seguramente muchos de ellos, que en su vida habían tomado otro libro, resentirán. Aunque ni tanto gracias a la TV. Ya en el tomo anterior muere en dramáticas circunstancias uno de los buenos y se supone que ahora muere otro. También está Snape... qué tipo. Con una ambigüedad mucho más interesante y siniestra que lo que el gran Alan Rickman puede hacer en segundos de cámara, este profesor que aspira a la cátedra de Defensa contra las Artes Oscuras juega con Harry y con el lector y nunca deja ver cuáles son sus verdaderas intenciones.
Creo que voy a leer un poco más y ver si me reconcilio con la gente mágica. No vaya a pasar lo que con George Lucas y que tengamos que esperar al último aliento para recuperar la fe.
Bueno, en otro blog comentaré qué me parece Harry Potter con criterios más literarios. Pero en términos de entertainment, les adelanto que soy seguidor y meparece que, cuando pase la moda, los libros quedarán como un clásico así como Tolkien ya lo es y por razones bastante similares.

Dato Útil

¿Alguien de uds. tiene como conseguirse discos de Philip Glass o Yann Tiersen? Ando detrás de eso ahoritita. Dicen que el Francés abusa de calcar los walses musette franceses, pero ese tipo de música que te hace sentir cerca de la ribera del Seinne o en un mundo parecido al de “Amelie” me gana. Con respecto al compositor de el score de “The Hours” (al que le he dado como caja ahora último) debo decir que hay que escuchar más cosas de él.(Aug 13)

Temas para relatos Joyceanos o Proustianos

1. La sensación y recuerdos del aire que entra por los pulmones.
2. Lo mismo, pero con el frío crudo de invierno o al calor
3. El polvo acumulandose en los muebles de una casa habitada, pero mal cuidada.
4. La sinfonía de ruidos que es un viaje de Belloto a Viña.
5. La tensión que se produce cuando por fin, después de una larga fila, llega tu turno de pasar a la caja.
6. La felicidad que produce encontrar un libro que habías buscado hace tanto tiempo y ya habías perdido la esperanza de encontrar.
7. Volver a escuchar tu Cd favorito después de haberlo dejado de lado por miedo a rayarlo.
8. Llorar con una buena película.
9. Tomarte un café o un copete con tus amigos después de al película.
10. La sonrisa de alguien a quien quieres cuando recibe un regalo inesperado de tu parte.
11. Irte a dormir sabiendo que tu día fue provechoso, que hiciste cosas.
12. saber que hay laposibilidad de agregar cosas a esta lista...

blog es nada...

Pensar que un blog puede revelarnos como persona o al menos presentar una idea de quiénes somos es ridículo. La verdad es que pasamos la mayoría del tiempo durmiendo, comiendo o pensando en comer y dormir ( sumemos a eso funciones anexas a las mismas.). Estoy seguro que la mayoría de la gente, si pudiera leer esa Summa brutalis que es todo lo que he escrito, seguro que irían gustosos a comprar un revolver para regalármelo: algunos asqueados por la torpeza de la escritura, pero sin duda la mayoría por lo recurrente de temas sombríos como la depresión, el pesimismo, la ausencia (e imposibilidad) del amor y la muerte. Sin embargo, esas palabras están lejos de ser el yo total ya que dejan de lado al yo que lo regocija ver el mar, o al yo que aún siente moverse algo dentro del alma al pasar frente a una iglesia, el yo que busca esa chispa perdida en cada sonrisa de guagua, o el yo que que se conmueve a ratos por el simple hecho de respirar. Lo que pasa es que ése es un yo cursi (más corny que phony) que da verguenza sacar a colación muy frecuentemente y que se agota rápido. Ése es el don del artista verdadero. Coelho y Arjona no trascienden porque se quedan en el pensamiento cursi; trivializan lo trivial. El tipo fuerte, enraizado en el arte, toma ése elemento del foreground y lo pasa al background. No va a hablar del "amor que le duele", sino que va a mostrar el dolor dentro de universo consistente creado por su instrumento (llámese colores, lenguaje, etc.)y nos va a llevar a pensar en lo sublime o ridículo que es sufrir por amor. El tipo genial no te dice "yo trasciendo" o "ésto trasciende" sino que trasciende él/ella a través de su obra. Y como nos mostraba la delicada Virginia Woolf a través de la bellísima Mrs ramsay, la vida puede ser arte. Sean artífices de sus propias vidas. Desde aquí trataré de hacer algo.