blog es nada...

Pensar que un blog puede revelarnos como persona o al menos presentar una idea de quiénes somos es ridículo. La verdad es que pasamos la mayoría del tiempo durmiendo, comiendo o pensando en comer y dormir ( sumemos a eso funciones anexas a las mismas.). Estoy seguro que la mayoría de la gente, si pudiera leer esa Summa brutalis que es todo lo que he escrito, seguro que irían gustosos a comprar un revolver para regalármelo: algunos asqueados por la torpeza de la escritura, pero sin duda la mayoría por lo recurrente de temas sombríos como la depresión, el pesimismo, la ausencia (e imposibilidad) del amor y la muerte. Sin embargo, esas palabras están lejos de ser el yo total ya que dejan de lado al yo que lo regocija ver el mar, o al yo que aún siente moverse algo dentro del alma al pasar frente a una iglesia, el yo que busca esa chispa perdida en cada sonrisa de guagua, o el yo que que se conmueve a ratos por el simple hecho de respirar. Lo que pasa es que ése es un yo cursi (más corny que phony) que da verguenza sacar a colación muy frecuentemente y que se agota rápido. Ése es el don del artista verdadero. Coelho y Arjona no trascienden porque se quedan en el pensamiento cursi; trivializan lo trivial. El tipo fuerte, enraizado en el arte, toma ése elemento del foreground y lo pasa al background. No va a hablar del "amor que le duele", sino que va a mostrar el dolor dentro de universo consistente creado por su instrumento (llámese colores, lenguaje, etc.)y nos va a llevar a pensar en lo sublime o ridículo que es sufrir por amor. El tipo genial no te dice "yo trasciendo" o "ésto trasciende" sino que trasciende él/ella a través de su obra. Y como nos mostraba la delicada Virginia Woolf a través de la bellísima Mrs ramsay, la vida puede ser arte. Sean artífices de sus propias vidas. Desde aquí trataré de hacer algo.