¿Qué le pasa a la gente?
En los últimos días he recibido una serie de mails, comentarios, confidencias, confesiones, etc. en que la gente, entre otras cosas, me ha dicho cosas tremendas en mi cara y con la misma cara como quién te da los buenos días. Una cosa es hacerte relativamente accequible y otra es prestarte para ser el punching ball de cualquiera ¿Dónde está el límite? Dan ganas de pararla a esta gente en seco y decirle que por más que seas civilizado hay cosas que no se dicen o que por lo menos le echen una leidita al Manual de Carreño o algo así antes de siquiera mirarte. Supongo que esta gente tendrá una vida muy dura en que la gente la juzga (y canta a la cara, claro está) todos los días por cada una de sus acciones ya que se sienten con la autoridada de devolver la misma mano. O tal vez son ángeles perfectos caídos del cielo que llegan al valle de lágrimas para avisar a los mortales que el juicio está cerca. Como sea, gente como esa durante el fin de año, cuando uno anda con las defensas afectivas de lo más bajo, es lejos de lo peor que te puede pasar y vayan estas palabras como una funa a esos "dijes" de fin de año y a los desubicados de siempre.
1 Comments:
Totalmente de acuerdo... que te puedo decir. Hay gente para todo y para todos y talvez deberìas darte el gustito egoista de mandar a más de alguno a la misma cresta. Es un gustito más que ganado(mal que mal la amistad tiene un límite, yo lo descubrí, pero algún día te cobraré el cafecito aquel y conversamos) Un abrazo gigante mi querido pablo.
Carola Santelices
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